¿QUÉ ES LA RADIOTERAPIA?

La radioterapia es la utilización de un tipo especial de energía (radiaciones ionizantes) que se transmite por el aire y que se genera en máquinas especiales. Su objetivo es eliminar las células tumorales que hayan podido quedar tras la cirugía, causando el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean dicho tumor.

¿Cuándo se utiliza?

La radioterapia se utiliza normalmente tras la intervención quirúrgica para “limpiar” la zona de la cirugía de las posibles células tumorales que hayan podido quedar.
Se suele aplicar siempre que ha habido cirugía conservadora y en ocasiones también después de la mastectomía. En las pacientes que van a recibir quimioterapia, la radioterapia se administra después de haber terminado este tratamiento.

¿Qué tipos de radioterapia hay?

Básicamente hay dos tipos de radioterapia según se administre de manera interna o externa:

1. Radioterapia externa: Es el método más habitual. Se suele dar en sesiones breves diarias y la radiación procede de una máquina que se encuentra fuera del organismo.
2. Radioterapia interna (o braquiterapia): Consiste en colocar sustancias radioactivas cerca o dentro del tumor. Dichas sustancias se retiran al cabo de unos días. Esta radiación tiene la ventaja de ser muy localizada y de corta duración.

¿En qué consiste una sesión de simulación?

Antes de iniciar las sesiones de radioterapia se lleva a cabo una “simulación”, que consiste en definir las partes del cuerpo que se van a radiar.

Durante la simulación se imitan las condiciones en las que se realizará el tratamiento y la postura más correcta. Aunque la simulación pueda resultar un poco pesada, no es nada dolorosa. Únicamente deberás permanecer inmóvil y relajada en la camilla el tiempo que dura esta planificación.

Una vez realizada esta sesión de simulación, se reproducirá de igual manera todos los días que dure el tratamiento. Para ello te realizarán pequeños tatuajes en forma de puntos o marcas en la piel con tinta que ayudan al personal de radioterapia a situar con mayor precisión el área dónde se administrará el tratamiento.

La radioterapia se aplica generalmente cinco días a la semana durante un periodo que oscila entre las cinco y las siete semanas.

Cuidados de la piel durante tratamiento de radioterapia

◆ No te apliques ningún tipo de crema, pomada o loción sobre la zona de tratamiento sin consultarlo previamente con el personal de salud de radioterapia.
◆ No te cubras la zona de tratamiento con esparadrapo, tiritas etc., ya que, al tratar de despegarlos, puedes lesionarse la piel.
◆ Lávate la piel sobre la que vas a recibir el tratamiento empleando jabones neutros. En el caso de radioterapia sobre algún pliegue de tu cuerpo como la ingle, axila, etc., es importante que dejes esa zona al aire, procurando que esté muy seca.
◆ Cuando te seques la piel de la zona de tratamiento, hazlo suavemente con pequeños toques.
◆ Si la axila está incluida en el área de tratamiento, no te depiles ni te pongas desodorante.
◆ Evita lesiones (rasguños, cortes en la piel, etc.) en el área de tratamiento.
◆ Cuidado con el sol. Como señalamos un poco más adelante, no se deben exponer al sol las zonas radiadas.

¿Cuál es la ropa más adecuada para usar en este periodo?

◆ Es aconsejable utilizar ropa poco ajustada. Evita prendas con elásticos sobre la piel del tratamiento, pues el roce continuo podría erosionarla fácilmente.
◆ Si necesitas prótesis externa de mama, te recomendamos utilizarla lo menos posible durante el tratamiento de radioterapia.
◆ Utiliza ropa de fibras naturales (algodón, lino…) ya que son menos irritantes y más cómodas.

Cuida la exposición al sol

Las áreas tratadas con radioterapia son muy sensibles al sol, y, por lo tanto, es conveniente no exponerlas al mismo, al menos durante el primer año tras finalizar el tratamiento.

◆ No expongas la piel de la zona de tratamiento al sol, téngalo en cuenta no sólo durante el periodo de tratamiento sino hasta un año después de finalizado el mismo, ya que la piel sigue siendo sensible al sol durante largo tiempo.
◆ Utiliza cremas solares, gorros, camisas de manga larga, etc. Pueden ayudarte a reducir la exposición solar sobre la zona radiada.